La construcción de agentes

La construcción de agentes: capacidades y limitaciones

La utilización de agentes con apariencia humana ha venido utilizándose desde la creación de los primeros interfaces gráficos. Los primeros en utilizarlos fueron los videojuegos, tanto de plataforma PC como consolas, en buena medida, derivado de los avances de la tecnología que ha permitido desarrollar agentes virtuales cada vez más próximos al aspecto físico del ser humano. Posteriormente, su utilización se ha extendido a diversas aplicaciones educativas.

Hoy son parte fundamental de cualquier formato hipermedia y ,tanto su representación gráfica como las capacidades interactivas que pueden desarrollar, han evolucionado muy rápido.

El diseño de un agente debe tener en cuenta las características del estudiante (edad, expectativas); motivaciones (preferencias, experiencias); conocimiento representado (conceptos a enseñar) y la demanda de interacción que se pide al estudiante (tareas que ha de efectuar el estudiante mediante la interacción con el ordenador). Finalmente, los agentes pedagógicos no son sólo dibujos animados, sino que han de ser personajes que puedan realizar acciones coherentes con su apariencia física.

Es decir, los agentes pedagógicos han de adaptarse al nivel de conocimientos del alumno en un tema particular, para poderles proporcionar una retroalimentación emocional y cognitiva. De este modo, al individuo le resulta más fácil el contacto con el ordenador y la labor que realiza con él, con una consiguiente mejora en la motivación y en el aprendizaje.